Si echamos la vista unos cuantos años para atrás y nos paramos en aquella época en la que no existía otra preocupación en nuestras vidas que la de pensar en los goles que podíamos marcar en la media hora de recreo (no os pongáis demasiado nostálgicos que el De Lorean sólo le funciona a Marty McFly), recordaréis que por aquel entonces dos sagas de videojuegos se disputaban el trono del mejor juego de lucha: Street Fighter y Mortal Kombat. El primero tenía jugabilidad y personajes carismáticos y el otro... pues siendo sinceros, el otro tenía realismo, sangre (mucha sangre) y una ingente cantidad de golpes finales con los que podíamos desmembrar con una violencia extrema a nuestros oponentes (los queridos Fatalities).
Sería absurdo negar que uno de los puntos que hizo que Mortal Kombat se convirtiera en lo que hoy en día es, es la cantidad de violencia que encontramos en cada una de sus versiones. Pero seamos sinceros, después del sexo lo que más vende es la sangre y la violencia. Y Mortal Kombat tenía de ambas para dar y regalar.
Y es precisamente ese punto el que ha rodeado de polémica a la genial saga, especialmente por la brutalidad de los llamados “fatalities”, posiblemente el elemento que aporta mayor personalidad y distinción al juego. Estos fatalities consistían en ataques especiales (con su correspondiente y complicada combinación de botones) que daban el golpe de gracia a nuestro enemigo.
Recuerdo que en Mortal Kombat 3 (título que tengo para Mega Drive y al que me están entrando unas terribles ganas de jugar mientras escribo este artículo) los había de los más dispares: un tren atropellando y destrozando a nuestro rival, cuerpos explotando en pedazos, cabezas arrancadas de cuajo, enemigos cayendo 4 plantas de un edificio sobre un suelo de pinchos,... vamos que los responsables del juego no se inspiraban en cuentos de Waltd Disney precisamente para estas escenas finales :-) .
La saga ha tenido títulos mejores y peores, aunque siempre ha tenido una fuerte personalidad que no ha dejado indiferente ni a seguidores ni a detractores y que ha convertido a Mortal Kombat en una saga de culto dentro del género de los videojuegos de lucha.
Y son precisamente los amantes de los fatalities los que deben estar de enhorabuena porque está a punto de aparecer un nuevo capítulo de la serie (esta vez para Xbox 360) que supone el retorno a los orígenes del título y a la clásica mecánica de lucha en 2D. Según he podido saber, el nuevo Mortal Kombat contará además con la posibilidad de combate por equipos y sistema de juego online. Nos mantendremos a la espera.
Y es precisamente ese punto el que ha rodeado de polémica a la genial saga, especialmente por la brutalidad de los llamados “fatalities”, posiblemente el elemento que aporta mayor personalidad y distinción al juego. Estos fatalities consistían en ataques especiales (con su correspondiente y complicada combinación de botones) que daban el golpe de gracia a nuestro enemigo.
La saga ha tenido títulos mejores y peores, aunque siempre ha tenido una fuerte personalidad que no ha dejado indiferente ni a seguidores ni a detractores y que ha convertido a Mortal Kombat en una saga de culto dentro del género de los videojuegos de lucha.
Y son precisamente los amantes de los fatalities los que deben estar de enhorabuena porque está a punto de aparecer un nuevo capítulo de la serie (esta vez para Xbox 360) que supone el retorno a los orígenes del título y a la clásica mecánica de lucha en 2D. Según he podido saber, el nuevo Mortal Kombat contará además con la posibilidad de combate por equipos y sistema de juego online. Nos mantendremos a la espera.
Pese a que yo siempre he sido fiel a Street Fighter, siempre me han fascinado los Mortal Kombat precisamente por los fatalities, la sangre y el realismo de movimientos. Yo he podido disfrutar del MK1 y del MK2, y la única pega de estos dos títulos es que quedan un poco por detrás en jugabilidad con respecto a Street Fighter, pero el encanto nadie se lo puede negar. Y estoy deseando probar alguno de los nuevos títulos para ver qué tal están, que no hay nada mejor para desquitarse que arrancarle al contrincante la cabeza con columna vertebral incluida ;)
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