Castlevania: Symphony of the Night

Bienvenidos, mis queridos Gamesutros. Espero que os haya dado tiempo de disfrutar a fondo de mi anterior juego comentado, Castlevania: Rondo of Blood, porque en esta entrada voy a destripar su digno sucesor; un juego que marcaría el estilo de los siguientes juegos de la franquicia. Me refiero al mundialmente aclamado "Castlevania: Symphony of the Night"

Esta entrega de Castlevania salió al mercado en 1997 para las flamantes plataformas Playstation y Sega Saturn. La versión que se conoce en occidente es la de Playstation, si bien es verdad que la versión para la consola de Sega fue superior en ciertos aspectos, con un mapeado más amplio, familiares exclusivos (éstos son diablillos que adquieres a lo largo del juego y te echan un cable) y la posibilidad de tener a María (sí, la niña del Rondo of Blood, pero en edad de merecer) como personaje seleccionable...pobre Sega, cómo te han tratado fuera de Japón.

El argumento nos sitúa cuatro años después del Rondo of Blood. Ritcher, el protagonista del anterior juego, desaparece misteriosamente, y María Renard parte en su búsqueda, que resulta que era su cuñada. Realmente ignoraba este último dato, pero resulta que María era la hermana de una de las insignificantes doncellas que teníamos que rescatar en el anterior juego, que a su vez era la mujer de Ritcher. Tal como lo oyes, chica. Entre tanto Alucard, que es el hijo bueno de Drácula (lee su nombre al revés y flipa), despierta de un hipersueño autoinducido (para evitar beber sangre de inocentes) debido a la aparición del castillo de Drácula, que resurge cada 100 años. Con este telón de fondo, comenzarás el juego siendo Ritcher en la escena final del Rondo of Blood. Una escena muy chula en la que tendrás que volver a matar a Drácula nada más empezar (así, a pelo) Tras el susto, empezarás a controlar a Alucard, y es ahí donde empieza la marcha.

Los gráficos son una pasada. Toda la acción transcurre dentro del castillo, lo que no quiere decir que no te topes con grutas, agua, o cielo abierto. Ésta es una obra maestra del pixel art; los escenarios tiene tantos y tan cuidadísimos detalles que te quedas embelesado viendo los entresijos del castillo y queriendo explorar más y más. En ese sentido, el apartado gráfico consigue meterte de lleno en el ambiente. En cuanto a los enemigos comunes, se nota que han tirado del baúl de los Castlevania en demasía. Si te conoces a los enemigos del Rondo, aquí te los vas a encontrar de nuevo, así que vete preparando. No obstante, los malos finales son una pasada, y hay algunos que impresionan de verdad, como una masa enorme de pequeños homúnculos, o un gigante en estado de putrefacción colgando de unos ganchos. Tanto éste como el Rondo, son un referente en cuando a gráficos 2D preciosistas. Si bien es verdad que mientras en el Rondo incluyen escenas cinemáticas de anime de lo más molón, en SOTN apenas hay escenas de este tipo, y las que hay están generadas en 3D, cosa que no pega nada con el resto del juego. Cuánto abuso del 3D hay en este mundo...

Apartado sonoro....mmm...ehm...MUSICÓN, sólo puedo decir eso. Sí, Castlevania tiene una música bellísima, bla bla bla, rollo rollo. Pero esta banda sonora es para llorar a moco tendido, palabra. De hecho, ahora mismo me la estoy escuchando, y me la sé de memoria. Como muestra, os dejo la pieza "Lost Paiting" para que os hagáis una idea.

La jugabilidad está muy cuidada. En este juego se introducen elementos que provocarán un cambio cualitativo en la saga Castlevania a partir de ese momento. Por un lado, un escenario no lineal y enorme, el cual tendrás que recorrer más de una vez para acceder a lugares a los que sólo podrás llegar una vez adquiridos poderes especiales. Hay cientos de huecos y paredes falsas por descubrir, y eso lo convierte en un juego altamente adictivo. Por otro lado, la adquisición de nuevas armas, escudos y armaduras, lo que introduce a Castlevania al entorno RPG, con un resultado muy satisfactorio. Finalmente, la posibilidad de jugar con Ritcher una vez pasado el juego, o con María. ¿Recordais a la María del Rondo lo molona que era? Pues en esta entrega, que ya está crecida, así como sus animales mágicos, tiene que ser una gozada jugar con ella. Digo tiene, porque yo no he tenido el placer, ya que en la versión de Playstation la suprimieron (de dónde venimos, a dónde vamos, y por qué las distribuidoras hacen este tipo de estupideces son los grandes enigmas de mi existencia)

Pero si tienes una Xbox o una PSP buenas noticias, porque en ambas versiones se subsanó este tremendo error, así como el mapeado necesario para hacerse con el 210% del juego. Sí, es que cuando te crees que te has pasado el juego, si te cargas a, spoiler guiño guiño, Ritcher en lugar del que hay detrás manejando los hilos, spoiler guiño guiño, no podrás jugar a la segunda parte del juego, que es ni más ni menos que el castillo, pero boca abajo, pásmate. La gran pega que tiene este juego en cuanto a jugabilidad, es que la dificultad no está bien calibrada, me explico. A medida que avanzas en el juego, vas adquiriendo experiencia por un lado, armamento por otro, y movimientos especiales para rematar (por cierto, que te puedes transformar en murciélago, en lobo, y en niebla, ¡como el Drácula de Bram Stoker!) Total, que al final del juego te has convertido en tal energúmeno que ningún monstruo se atreve a toserte. Y entre ellos se incluye, el Final Boss, y eso no puede ser. Con el jefe final deberías de sudar sangre, y en cambio en este punto del juego estás tan tocho que te lo barres de un soplido, lo que te deja con un sabor agridulce al final. Esto no quiere decir que todo el juego sea fácil, pero es verdad que el Rondo te apretaba bastante más las tuercas.

En conclusión, éste es uno de esos juegos tan absorventes, que una vez acabes con él padecerás un síndrome de abstinencia sólo subsanable con más Castlevanias, pero la triste realidad es que no encontrarás unos Castlevanias que se equiparen a la brillantez y frescura de "Rondo of Blood" y "Symphony of the Night" Así que si todavía no has jugado a estos dos juegos, te envidio profundamente...

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Publicado por Diego

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